Condiciones optimales para los ácaros
Con el otoño y el comienzo de las primeras lluvias, la humedad presente en nuestros ambientes aumenta. Todo ello, unido a las temperaturas suaves típicas de esta estación, crea las condiciones óptimas para la proliferación de ácaros del polvo. Es por esta razón que en esta época del año las personas alérgicas a los ácaros suelen ver empeorar sus síntomas alérgicos.
Molestias frecuentes
Estornudos, goteo de la nariz, congestión y picor nasales, tos, asma, dificultad respiratoria, respiración silbante, lagrimeo, picor de ojos, ojos rojos e hinchados son los síntomas más frecuentes.
Estos síntomas suelen empeorar durante la noche mientras estamos en la cama y suelen ser más agudos y molestos por la mañana. Esto ocurre porque es sobre todo en la ropa de cama donde suelen acumularse más cantidades de ácaros del polvo y permanecemos durante toda la noche en contacto directo con estos alérgenos.
Todos estos síntomas pueden ser muy molestos y afectar a nuestra calidad de vida, puesto que interfieren en el descanso nocturno, en la capacidad de concentración y nos restan energías en general.
Cómo reducir los ácaros
Antes de todo hay que acudir al médico. El alergólogo, si lo considera oportuno, nos indicará el tratamiento farmacológico a seguir y si hay vacunas apropiadas para nuestra situación particular.
En cualquier caso, son altamente recomendables, e incluso necesarias, medidas de control ambiental dirigidas a reducir la cantidad de ácaros presentes en nuestros hogares.
Es importante que la limpieza del hogar sea constante y profunda.
Habrá que mantener la temperatura interna de la casa alrededor de 18-19ºC como máximo y vigilar la humedad para que no sobrepase el 50-60%.
En cuanto sea posible, también se deberá intervenir en la decoración del hogar: empezando por la habitación del alérgico, habrá que adaptar el espacio para que sea fácil de limpiar y que no se preste a la acumulación del polvo. Siempre que posible, se deberán eliminar alfombras, moquetas, cortinas, peluches y demás objetos que acumulan polvo fácilmente.
Existen muchos productos que nos pueden ser de gran ayuda para que estas tareas resulten más fáciles y, sobre todo, mucho más efectivas: utilizar fundas antiácaros para colchones, almohadas y edredones; ropa de cama antiácaros; purificadores de aire domésticos; filtros especiales para aire acondicionado y deshumidificadores; aparatos antiácaros eléctricos por ultrasonidos; acaricidas; mascarillas anti ácaros y anti polvo; aspiradoras HEPA de calidad certificadas para personas alérgicas; deshumidificadores, etc.
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